¿Alguna vez te has preguntado cómo han llegado a donde están esos líderes empresariales que tanto admiras? Y seguramente llegas a la conclusión de que son personas que nacen con una mentalidad empresarial fuera de órbita y que no hay nada que tú puedas hacer para sobresalir como ellos.
Pero ¿adivina qué? Te equivocas con eso último. Estás en el lugar correcto para descubrir cómo construir una mentalidad empresarial poderosa.
Antes de contarte todos nuestros secretos debes tener claridad sobre lo que significa tener una mentalidad empresarial.
Tener una mente empresarial significa entrenar tu mente para resolver cualquier problema y convertirte en una persona que conoce todos los riesgos que conlleva cada acción o inversión.
En pocas palabras es tener la capacidad de comprender las emociones, racionalizarlas y superarlas para seguir adelante. La única diferencia entre tu éxito o tu fracaso será el trabajo que hagas de tu creencia interna.
Si quieres conocer cómo empoderar tu mentalidad empresarial sigue estos consejos que estamos seguros te ayudarán a convertirte en un mejor líder y un emprendedor más fuerte.
- Encuentra tu motivación
Debes comenzar por encontrar la razón de tu propósito. Pregúntate cuáles son tus objetivos personales y profesionales, encuentra aquello que te motiva y prepárate para los altibajos. Sí, dijimos altibajos.
Asegúrate de mantenerte motivado y ten siempre presente por qué empezaste a hacer esto. Aprende a ser paciente, recuerda que todo lleva su proceso y no puedes hacer que todo suceda en tu empresa en un corto período de tiempo.
Aunque el éxito es una motivación en sí misma, cuando los demás nos alientan, nuestra motivación se vuelve aún mayor. Así que rodéate de gente positiva que te anime cuando sientas que las cosas no marchan como desearías.
- Una mentalidad empresarial tiene balance en su vida
Algunas veces tendrás que hacer enormes sacrificios personales por tu negocio. Tal vez no tendrás suficiente tiempo para compartir con tu familia y amigos o quizá no tengas tiempo para hacer tu actividad favorita.
Por otro lado, si no satisfaces tus necesidades personales, comenzarás a sentirte infeliz y eso te llevará a una falta de motivación y pérdida de interés. Así que asegúrate de hacer lo posible por lograr un equilibrio saludable entre el trabajo y tu vida personal.
A medida que adquieras más experiencia y cuentes con más personas que te ayuden a manejar tu negocio, seguro que ¡tendrás más tiempo para pasar tiempo con tus personas favoritas!
- No te bases en tus emociones a la hora de tomar decisiones
Si bien es cierto que las emociones son instintos que nos guían por la vida, también pueden influir en nuestros juicios y elecciones, y no siempre de manera positiva. Así que debes ser muy consciente de cómo tus emociones afectan tus decisiones.
Para tener una mentalidad empresarial fuerte es importante que aprendas a no confiar demasiado en los sentimientos al momento de tomar decisiones comerciales.
Trata de usar tu agudeza mental y crea un análisis lógico antes de cualquier decisión. Por ejemplo, es posible que conozcas a un proveedor súper amable que te ofrezca hacer entregas rápidas y te brinde las mejores facilidades de pago, pero con un costo muy elevado y con el riesgo de que la entrega no se haga en el tiempo establecido pues te ha dejado entrever que no tiene la infraestructura para hacerlo.
Es por eso que te sugerimos que seas siempre racional y encuentres las fuentes más confiables a la hora de tomar una decisión comercial. No dejes que tu emoción tome la decisión por ti y tampoco te dejes llevar por las habilidades convincentes de los vendedores.
- Acepta las cosas como son
Otro consejo al que recurren la gente con una mentalidad empresarial fuerte es aceptar las cosas como son. Piensa que cosas buenas y malas suceden todo el tiempo y tú no tienes control sobre ellas.
Por ejemplo, hiciste un trato con un cliente grande y estás por entregar el producto o servicio, pero ¡oh sorpresa! las máquinas fallaron o la persona responsable cayó gravemente enferma. Seguro estarás muy molesto y tal vez temeroso de que pierdas el trato. En esos momentos, una persona con mentalidad empresarial aceptará las cosas como son, no perderá tiempo y energía tratando de encontrar culpables, por el contrario encontrará la manera de solucionar el problema sin sobresaltos o dándose por vencido.
¿Cómo puedes reaccionar? Evalúa la situación, acepta las cosas como son y asegúrate de hacer tu mejor trabajo mientras le explicas lo sucedido a tus clientes. Si a pesar de todo quieren romper el trato, acéptalo, ¡algo mejor vendrá de todos modos! El mundo no se acaba ahí.
- Las mentes empresariales siempre están preparadas para lo peor
Analiza el mercado en todo momento y prepárate incluso para lo peor. ¡Cálmate, cálmate, por favor! No te estamos diciendo que alimentes una mente negativa. Saber analizar cómo se mueve tu sector empresarial te ayudará a trazar un plan B que te permita ir un paso adelante y con una amplia ventaja sobre tu competencia.
Mientras los demás están en pánico por la situación que se presenta, tú seguirás avanzando como si nada hubiera pasado.
Una persona con mentalidad empresarial debe pensar fuera de la caja y ser capaz de predecir malos escenarios. Si sabes hacia dónde se pueden dirigir las cosas, sabrás crear herramientas o alternativas que te ayuden a manejar mejor esas situaciones.
Tener una mente empresarial también significa ir un paso adelante, ser capaz de predecir tendencias futuras para mantener la puerta abierta a grandes oportunidades.
Convertirse en una persona con mentalidad empresarial requiere trabajo. A medida que crezcas personal y profesionalmente, seguramente desarrollarás tus propias formas de manejar situaciones difíciles, pero implementar estos consejos definitivamente te brindará las bases para tu carrera como empresario.